En un vacío de azules se cuela una luz amarilla.
En desconciertos la plenitud se hace etérea .
La simplicidad, la contundencia.
Unas pupilas inocentes y un mirar de cinco leguas.
Ese caminar con pausa. Ese recorrer con fuerza.
Esos pasos de elefante que invitan a seguir a ciegas.