martes, 20 de marzo de 2012

Je voux

En un vacío de azules se cuela una luz amarilla.

En desconciertos la plenitud se hace etérea .

La simplicidad, la contundencia.

Unas pupilas inocentes y un mirar de cinco leguas.

Ese caminar con pausa. Ese recorrer con fuerza.

Esos pasos de elefante que invitan a seguir a ciegas.

lunes, 20 de febrero de 2012

o.O

La nostalgia de un azul profundo recortado en meridianos.
La simpleza de un color en antinomias.
La especularidad del tiempo.
La reminiscencia del fuego.
La oblatividad del recuerdo y la complicidad de viento.

martes, 31 de enero de 2012

Hablemos del elefante..


El elefante estaba ahí, y me miraba fijo a los ojos. Parecía negar una ocurrencia real, pero la trompa veraz enmarcaba la asunción de un incuestionable. En cada meneo arqueaba la posibilidad de la duda. No hablar de elefante, me dijeron, supone la promiscuidad sostenida de argumentar contra la nada, una evidencia clara de la tozudez de sentido. Pero armonizar el sentido con la transversalidad del terror implica un juego aritmético, que antes de ser poco claro es más bien inexistente.  Planteando un argumento consistente que sugiera no terquedad o miedo, sino precaución y esperanza de mejor resultado, permitimos a la mula patear al elefante un poquito más pa’ después. Que no se diga que por falta de tesón es que uno quita lo que quita, más bien que se cuente que por precavido el señor eligió otro juego y, por supuesto, ganó. Porque si poner el cascabel al gato es muestra de destreza, pocas veces se habrá intentado acascabelar un paquidermo. Que de pacifico temperamento se jacta, pero poca ganas tiene uno de escucharlo protestrar…

lunes, 30 de enero de 2012

﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏﹏


Mareas en las plantas de tus pies.

Ríos verdes que descansan en tu sombra.

La necesidad de amarrar a tu mirada la nostalgia del mundo.

Enredado en nuestros vuelos, recaigo en letanías.

Y extraño.

Extraño no ser la lógica de un tiempo que no es mío, los rincones de un espacio sin espacio.

Pero la necedad no es un vicio.

Corroe el desgano la historia y las Moiras dejaron de cantar.